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Mejora tu vivienda o local comercial a nivel energético. Claves para actuar y comprender un CEE.

CEE Vigo Baiona

En esta ocasión queremos sensibilizarte sobre la importancia de conocer la cantidad de energía útil necesaria para satisfacer las necesidades de confort de tu vivienda, espacio comercial o edificio. Sólo entendiendo el rendimiento energético desde el punto de vista de consumo de nuestras instalaciones podemos tomar consciencia de la energía que perdemos o podemos llegar a ahorrar sin renunciar a una buena calidad de vida.

Empecemos por el principio: el CEE o Certificado de Eficiencia energética. ¿Qué es y para qué sirve?

El certificado de eficiencia energética es un documento que sirve para conocer el comportamiento de nuestra edificación y evaluar de manera eficiente su nivel de consumo de energía.

vandba_cee_miniPara llevar a cabo el CEE se utilizan una serie de marcadores que proporcionan una sucesión de valores que dependen directamente de la energía consumida para garantizar un adecuado confort térmico, lumínico y calidad del aire interior del espacio a estudio.

Los resultados de cada certificación serán siempre diferentes en función de las condiciones climáticas, superficie útil, uso y ocupación, consumo de energía (calefacción, refrigeración y ventilación), producción de agua caliente, iluminación, etc, dando como resultado una calificación energética de tipo A, B, C, D, E, F o G. (A más eficiente y G menos).

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía los consumos en una vivienda más habituales de energía se distribuyen de la siguiente manera:

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¿Son realmente útiles los datos del CEE?

Si se hacen bien, la respuesta es SI. Este estudio energético proporciona información práctica, precisa (y muy interesante por cierto) que nos facilitará la toma de decisiones a la hora de poner en práctica las  mejoras adecuadas para aumentar de manera eficaz el ahorro de energía siempre dentro de un marco de viabilidad coste-eficacia.

Decir en este punto, que los certificados de eficiencia energética son obligatorios para el alquiler y venta de cualquier propiedad, exceptuando edificios protegidos en los que una correcta actuación alteraría de manera inaceptable su aspecto.(CTE-HE 2013). El documento que proporciona la calificación energética de nuestro edificio debe ser expedido por un técnico competente ya sea arquitecto, arquitecto técnico o ingeniero.

Según el Artículo 11 del R.D. 235/2013, el CEE tiene una validez máxima de 10 años, y es el propietario de la edificación el responsable de su renovación o actualización conforme lo haya establecido el órgano competente.

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¿Qué tipos de intervención puedo realizar para reducir mi consumo?

Ahora que ya sabemos de qué estamos hablando, vamos a lo que nos interesa: ¿como debo actuar si quiero mejorar mi nivel de eficiencia energética?
Según los resultados obtenidos tras nuestra calificación energética, el técnico competente valorará cuáles son las soluciones óptimas para limitar nuestra demanda actual y reducir nuestro consumo, obteniendo un mayor rendimiento de nuestras instalaciones.

 

 

Existen 3 áreas de actuación: Envolvente, huecos e instalaciones.

Envolvente aislamiento vivienda

  1. Envolvente.

La envolvente es la piel de nuestra construcción. Dicho de otra manera, es el abrigo que nos protege del exterior. Cuanto mayor es este abrigo, menores serán las pérdidas térmicas de energía, y por lo tanto, mayor es el aislamiento térmico de la edificación.

Si por sus características esta piel no es suficiente protección, nos encontramos con las siguientes consecuencias:

  • Aumento de pérdida de energía en invierno: se pierde calor del interior hacia el exterior aumentando la demanda de calefacción.
  • Aumento de las ganancias de energía en verano: “la casa se calienta muy rápido y necesitarás refrigeración extra”.

La manera más recomendable y óptima de mejorar esta piel es añadiendo aislamiento térmico en la envolvente o fachada para disminuir el flujo de energía interior-exterior, eliminar los puentes térmicos y evitar condensaciones.
Otras soluciones constructivas:

  • Rellenar la cámara de aire de nuestra fachada por el interior, con aislante térmico.
  • Aislar la cara interior de la envolvente-fachada. Solución menos recomendable debido a que existe la posibilidad de dejar zonas con riesgo de condensaciones y puentes térmicos.

Aislamiento puertas y ventanas

  1. Huecos.

Cuando hablamos de huecos nos referimos a toda abertura en la envolvente que tiene por objetivo no solo comunicar interior con el exterior y proporcionar luz y ventilación, sino también aprovechar el calor que entra para calefactar nuestro espacio en invierno. Éstos están formados por la carpintería, el vidrio y los posibles elementos de sombreamiento. A través de estos tres elementos se generan tanto ganancias como pérdidas que afectan directamente a la demanda energética de nuestro edificio, vivienda o local comercial.

¿Qué supone disponer de puertas o ventanas antiguas o en mal estado?

Las consecuencias directas de disponer carpinterías antiguas o en mal estado:

  • Poseer unas carpinterías en mal estado supone una importante pérdida de calor debido a la ausencia de rotura de puente térmico y vidrios simples sin cámara de aire. Todo esto equivale a un aumento en la demanda de calefacción en invierno.
  • Otra consecuencia es la falta de estanqueidad.
  • Si tus carpinterías disponen de vidrio simple tu nivel de protección al exterior disminuye. En verano notarás un aumento del calor en el interior del edificio y el verano, del frio.

Las consecuencias directas de no disponer de elementos que generen sombra:

  • Aumenta el calor en el interior por falta de elementos de protección, por lo que aumenta la demanda de refrigeración en verano.

¿Cuáles son nuestras recomendaciones para reducir el consumo energético derivado de este tipo de pérdidas detectadas en la piel de nuestro edificio?

  • Evitar que la entrada del sol sea excesiva colocando vidrios de control solar, o elementos de control solar (vegetación caduca, pérgolas, voladizos, persianas, etc…), concretamente, en estancias orientada al sur, evitando que se sobrecaliente en verano y mejorando el flujo de radiación solar.
  • Colocar un doble acristalamiento con cámara de aire, o un doble acristalamiento ATR, para disminuir sensiblemente la pérdida de calor.
  • Cuidar el correcto funcionamiento de los marcos y estanqueidad de las carpinterías, pues si los marcos no funcionan de manera adecuada, de nada nos servirá sustituir el vidrio. Sustituye tus viejas carpinterías por unas nuevas con rotura de puente térmico para evitar que el calor aprovechado por el vidrio se pierda por el marco

 

Con un estudio preciso de las características de nuestra envolvente y huecos hemos conseguido mejorar nuestro aislamiento minimizando las pérdidas de energía pero.. ¿es suficiente con esto? ¡Por supuesto que no! Seguimos:

Instalaciones vivienda

  1. Instalaciones.

Ahora que tenemos estos datos podemos conocer la energía necesaria para aclimatar nuestro espacio habitable y tener el control sobre el consumo y emisiones de CO2 que irremediablemente implica mantener en funcionamiento cualquier sistema de climatización.

¿Cómo podemos mejorar el rendimiento de las instalaciones de calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria e iluminación?

En el caso de la calefacción, lo ideal sería:

  • Aislar las tuberías para perfeccionar la red de distribución de calefacción y agua caliente sanitaria.
  • Incorpora sistemas de regulación y control como interruptores y/o termostatos con programación de encendido-apagado. Simplemente programando nuestro termostato para que se desconecte cuando no estamos en casa podemos ahorrar entre un 7 y un 15% de energía.
  • Sustituir nuestro sistema de calefacción  por otro de mayor rendimiento, ya sea de condensación, de biomasa o bien por una bomba de calor aire-agua.

Con respecto al sistema refrigeración sugerimos:

  • Reemplazarlo por otro de mayor eficiencia energética y menor consumo, como las bombas de calor aire-aire de alta eficiencia.

Para mejorar la eficiencia de la instalación de iluminación:

  • Sustituir las lámparas (o bombillas) por otras de bajo consumo.
  • Integrar sistemas de control y regulación tipo interruptores automáticos, sensores de presencia, limitadores de la intensidad, etc…
  • Apagar los aparatos eléctricos en vez de dejarlos en stand-by, ya que a no estar completamente desconectados, siguen consumiendo energía.

Y lo óptimo, y como último consejo que os hoy os dejamos, sería la instalación de energías renovables siempre que nuestro bolsillo y las características del edificio lo permitan.

Tienes alguna duda y necesitas consejo? Ponte en contacto con nosotros. Estamos para ayudarte.

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