Nos ponemos «arquitectónicos» y hablamos de uno de los proyectos más potentes de Elena, y de la responsabilidad y sensibilidad necesarias para intervenir en el territorio.
Aquí va: el Centro Cultural del Vino de Oporto.
La arquitectura, para ser significativa, no tiene por qué recurrir al espectáculo. La eficiencia del proyecto y su vocación pública deben ser el resultado de una buena relación medios-fines. Esto se consigue mediante una atención al lugar y a los materiales con los que se trabaja, una atención al diseño del espacio y a la construcción. Una reflexión sobre el programa que se debe cumplir, sobre el uso, la inteligencia y la sensibilidad aplicada al problema a resolver, siempre arquitectónico.
No se trata de hacer sólo un edificio sino de crear un área de cultura, de promoción social, que las personas reconozcan como un lugar que contiene algo más que un edicio. La intervención en la propia estructura urbana del territorio ayuda a esta idea. Teniendo en cuenta que la zona no requiere de una pieza singular, se pretende potenciar la idea de «recinto cultural», que integra el programa previsto y donde la gente se sienta identificada. Por tanto, la formalización no se debe entender como la voluntad de generar unos elementos, sino unos objetos profundamente arquitectónicos que se apropian del espacio libre existente y ayudan a leer mejor el lugar. La propuesta trabaja con diferentes estratos: historia, territorio, ciudad, uso y personas. En definitiva, el proyecto hace que este pequeño de fragmento de ciudad sea habitado a través de su ocupación y su utilización y así, se convierte en arquitectura.
ESCALA URBANA
El solar pertenece al pueblo de Vilanova de Gaia, y es el elemento delimitador de dos morfologías urbanas muy diferenciadas: la generada por las antiguas naves y la de las piezas residenciales.
Es un área que se distancia de la zona turística más activa (señalizada en la imagen inferior con el perímetro rojo), caracterizada por su actividad vinícola y de interés cultural, que se expande hasta el solar a intervenir (perímetro blanco), de tal manera que la zona sigue activa por los servicios de que dispone y las personas que habitan.
El proyecto no sólo es un nuevo elemento articulador del lugar, sino que adquiere la condición de centro, que pretende conectar tanto las naves como las viviendas (perímetro negro). El edificio no nace sino que se manifiesta en el lugar, redefine las preexistencias y origina una nueva lectura del conjunto. El Centro Cultural del vino de Oporto es un proyecto que evoca el bagaje histórico y cultural que predomina en Vilanova de Gaia. Así pues, la intervención no se limita al solar asignado, sino que responde a una escala urbana.
CARÁCTER DE VILANOVA DE GAIA
La materialidad como elemento dominante del espacio. Se caracteriza por la fragmentación del espacio. Visuales rotas y dominantes, y por grandes planos que cubren la ciudad que crece adaptándose a la topografía.
ESTADO ACTUAL
El solar de actuación está formado por tres antiguas naves de piedra. Cada una de ellas tiene la planta baja a una cota diferente, se adaptan a la topografía, y crecen a partir de terrazas.
ESTRATEGIA DE ACTUACIÓN
La idea del proyecto consiste en dotar un fragmento de ciudad, con gran potencial transformador, de un espacio público digno con la edificación del Centro Cultural del Vino.
La estrategia de actuación se desarrolla a partir de tres decisiones importantes:
1 – La conservación de los muros de las naves existentes, que se convierten en elementos contenedores, límites consolidados de la propuesta. Ocupación de los espacios abandonados y residuales contenidos en estos recintos a fin de dotarlos de un uso público en planta baja.
2- La generación de una nueva topografía a base de un elemento tectónico continuo, surgido de la lectura del territorio que se adapta a los desniveles existentes. El nuevo suelo conecta los dos tejidos urbanos y genera un recorrido accesible por el interior de las naves.
3- La introducción del programa privado del Museo y Biblioteca en unos volúmenes exentos, ligeros, casi volátiles, que nacen en la primera planta, liberan la planta baja cediéndola a la ciudad. Se distancian de los muros de la fachada norte que dan al río y se aproximan a la fachada sur para calificar el espacio libre y definir el recorrido.
DEFINICIÓN DEL ESPACIO PÚBLICO
Como se ha expuesto anteriormente, el proyecto pretende revitalizar un fragmento de ciudad construyendo un espacio público digno y activo. La recuperación de las naves y la generación de un recorrido por su interior permite no sólo enlazar los dos tejidos urbanos, sino también controlar el programa funcional a lo largo de todo el itinerario. Así pues, los usos directamente relacionados con el público se destinan a las plantas bajas, que se expanden más allá de sus límites físicos, y se vinculan con el espacio plaza.
PROGRAMA FUNCIONAL
El programa funcional se ordena en piezas que funcionan de manera independiente y al mismo tiempo están vinculadas a través del espacio intersticial. El resultado son dos volúmenes (uno responde al programa de Museo y la otra de Fondo Documental-Biblioteca), y una tercera pieza que queda integrada en la nueva topografía que acoge la sala de conferencias y la parte de colección privada.
Los volúmenes se estructuran en dos niveles: en planta baja se organizan los usos comunes (servicios, atención al público) que guardan relación con el barrio y la ciudad. En las plantas superiores se desarrolla un programa que requiere de un control de los accesos y de una cierta privacidad. Aunque busca una relación visual con la ciudad de Oporto mediante los recorridos perimetrales, la imagen del conjunto denota un carácter introvertido.
PROPORCIONES / RELACIONES INTERIOR-EXTERIOR / CALIDAD DEL ESPACIO
Tanto en el Museo del Vino como en el Fondo Documental y Bibliográfico observa como el espacio interior no es continuo, ni estático; sino al contrario, busca el dinamismo y la introversión, sobre todo por lo que son los espacios expositivos y de lectura, cediendo a los recorridos perimetrales la relación directa con alelos muros de piedra, las terrazas, el río, la ciudad de Oporto, etc .. Por otra parte, el espacio interior se va adaptando al uso y al programa. Se dilata por tener una relación más directa con el exterior; o crece en altura cuando se quiere exponer objetos de tamaño más grande, o generar un espacio de lectura. Estos cambios de escala proporcionan un ritmo variable, generando unos espacios dinámicos donde el tempo lo lleva el usuario
MATERIALIDAD
El Centro Cultural del Vino se presenta como un conjunto unitario, pero en realidad se define a partir de un sistema de pieles que regulan la relación con el entorno.
Estas relaciones están íntimamente ligadas al complejo sistema de recorridos que se establecen tanto exteriores (calles, rampas y escaleras), como interiores a diferentes cotas, las circulaciones entre las salas siempre están vinculadas con la ciudad.
Todo este sistema de flujos se traduce en una secuencia de filtros. La idea de filtro surge en el momento en que se decide conservar los muros de piedra (1) (con las aberturas) que devendrán las ventanas por donde mirar en la ciudad.
DETALLE INTERVENCIÓN PREXISTENCIAS
DETALLE MUSEO DEL VINO
DETALLE BIBLIOTECA-FONDO DOCUMENTAL
Si quieres saber más acerca de este proyecto, ponte en contacto con nosotros escribiéndonos a info@vandba.com.
